Jesús María Bustelo Acevedo

¡SOMOS UNO, MI AMOR!

Me quiero casar conmigo
y el gobierno no me deja,
así que mando esta queja
para ver si lo consigo.

¿Qué he de hacer si al ver mi ombligo
el alma queda perpleja,
pues la belleza refleja
de mi amante y de mi amigo?

Si es que me miro y me como,
bello y fuerte como un roble,
y confieso, siendo noble,

que me he convertido en homo,
¡pero de un sólo maromo,
porque yo no tengo doble!

Jesús María Bustelo Acevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario