MADRUGATIOR PURUMDUMCUS
Me mira la madrugada
cuando ellos no pueden verme
y yo masco un porvenir
sin encontrarle el sabor
que el fantasma del pasado
me robó; voy desterrado
sin patria y sin oasis,
contemplando sediento el espejismo
que viene a asesinarme sin piedad.
Pero allí estás, arropándome,
manjares del pretérito Edén,
balanza inmortal de un dios ateo...
¡Coño, qué pesadilla!
Henaro Talenti
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